Este libro proviene de dos viejas libretas de bolsillo. En ellas, el periodista inglés W. J. Weatherby había anotado algunas largas conversaciones con Marilyn Monroe desde 1960. Cuando Marilyn murió, Weatherby desechó la idea de publicar esas charlas: «Temí ser uno más entre los buitres que todavía se alimentaban de ella», explica en la introducción. Pero pasaron los años y finalmente se decidió a dar a conocer un material de primera mano, insospechable de oportunismo y esencial para comprender la personalidad acosada de Marilyn Monroe.
Estas conversaciones informales, desarrolladas entre copa y copa, arrojan más luz que cualquier sesudo estudio sobre la soledad y el desamparo de la muchacha convertida en símbolo de consumo universal. «Hablaba conmigo», dice Weatherby, «porque yo no pretendía nada de ella». El libro es, por añadidura, una certera radiografía de Hollywood, que desenmascara el sistema de fabricación de estrellas y la manipulación de las personas en un engranaje de pesadilla.
