Motivos para preguntarnos por la ontologÃa del tiempo hay muchos, empezando por la angustia a la que la misma idea nos expone. El tiempo es tirano, y esa angustia, que nos somete a la ignorancia y la alienación, nos hace sus esclavos. No hay garantÃas de liberación dadas por el simple hecho de hacernos preguntas; podemos detenernos por el tiempo, mas el tiempo no habrá de detenerse por nosotros. La fragmentación de voces en las que incurre esta antologÃa no sólo es la elección que hace el autor para acercarse a distintos universos, raramente reunidos en una misma biblioteca, sino que representa además el espÃritu con el que solemos "vivir la vida", asà como percibir y relacionarnos con el tiempo: a través de esos fragmentos que llamamos instantes.