Lentamente, de una manera orgánica, natural, espontánea fue sedimentándose este libro. Nota a nota hasta completar la melodía, palabra a palabra hasta redondearse en un texto, idea sobre idea hasta dar a luz una nueva visión del mundo. Desde dentro hacia afuera, como crecen los árboles, capa a capa, como crece todo bajo la piel del mundo.
Sí, el mundo crece, está creciendo, se transforma su piel, la invisible piel que nos protege reuniéndonos a todos bajo el mismo destino, la misma vida, la misma transformación. Y nosotros somos los testigos asombrados, los testigos de excepción. Desde este asombro vigilante nacen cada una de las piezas de este libro. Desde mi mejor silencio, mi mayor atención, desde un corazón despierto. Comparto contigo, lector, lo que he recibido, también es tuyo, también es nuestro.
