El 25 de noviembre de 1970, el escritorYukio Mishima se suicidó practicándose elritual del seppuku, también conocido porharakiri, en el cuartel general de las Fuerzasde Autodefensa en Tokio. Había secuestradoal general y tras arengar a la soldadesca y alos medios de comunicación allí congregadossobre la necesidad de volver a vivir segúnlas tradiciones frente a la occidentalizaciónde la sociedad japonesa, acometió el ritualdel suicidio: de rodillas, se evisceró conun tanto mientras uno de sus seguidoresdel Tatenokai (Sociedad del Escudo) ledecapitaba con su katana. La noticia produjouna enorme conmoción en todo el mundo,incluido en Japón. Ivan Morris, traductor yamigo de Mishima, y uno de los más brillantesorientalistas anglosajones, decidió escribirLa nobleza del fracaso para intentar explicary situar en el contexto histórico y culturaljaponés la muerte de Mishima. El culto al héroeestá mucho más arraigado en la tradiciónjaponesa que en la de ningún otro país. Sobretodo la del héroe derrotado que, pudiendosobrevivir, elige la muerte para no traicionarsus principios o lavar su honor practicando elseppuku. Dada la fuerza de esta tradición, IvanMorris nos cuenta en La nobleza del fracasolas vidas de nueve de estos héroes de lahistoria japonesa. Desde la del mítico y solitariopríncipe Yamato Takeru, del siglo IV, a la delcarismático Saigo Takamori, cuya memoriallegó hasta nosotros vía Hollywood comoEl último samurái. Morris dedica el últimocapítulo a los kamikazes que en la SegundaGuerra Mundial se inmolaron lanzando suscazas contra los buques norteamericanos.