Repetidamente, se ha señalado, por parte de críticos, escritores, periodistas y directores de programación, que durante las cuatro últimas décadas la renovación en el terreno de la ficción televisiva se ha revestido de una profunda trasformación. Dichos cambios han desembocado en varios títulos que dieron en los ochenta lo que Robert J. Thomson denominado "la segunda edad dorada de la televisión". Lo cierto es que esa renovación en la valoración del medio televisivo debe gran parte de su éxito a una nuevo tipo de serie de televisión que ha alcanzado cotas de calidad escasamente perceptibles a lo largo de su historia y cuyo origen se rastrea ya a principios de los años ochenta. Pero nunca, hasta hace pocos años, el mainstream cultural se había pronunciado sin reparos en una concepción elogios de las series de televisión. Este libro se centra en los inicios de esa nueva televisión denominada como quality TV. Series como Hill Street blues, Twin Peaks, los soprano, the Wire, Boardwalk Empire, Breaking Bad o Homeland revolucionario la televisión en las últimas décadas y marcaron el horizonte de lo que vemos hoy en producciones de HBO, Showtime o Netflix y que también se ha extendido por la producción de nuestro país.
