La abrumadora victoria en 2002 del Partido de la Justicia y el Desarrollo, de raigambre islamista, puso de manifiesto el vigor del islam en TurquÃa, un Estado que solÃa presentarse como modelo de laicismo en el mundo musulmán.
En TurquÃa, sin embargo, nada se parece al tópico: si, por un lado, la desislamización compulsiva promovida por Mustafa Kemal formaba parte de un programa de modernización que no era una rareza en un paÃs que habÃa conocido durante todo el siglo XIX múltiples y frustrados intentos modernizadores, por el otro el islam supo adaptarse y atravesar los años más difÃciles para resurgir a partir de los años sesenta del siglo XX con renovada fortaleza.
La vitalidad -y al tiempo la debilidad- del islam turco se debe fundamentalmente a sus multiples formas: islam de los doctores de la ley, de las cofradÃas, popular, islam polÃtico e incluso el islam doctrinalmente marginal de los alevÃes. Estos islames se han relacionado de distintas formas con la modernidad y el laicismo republicano y han llegado a sÃntesis originales y extraordinariamente ricas, en un marco intelectual generalmente marcado por la tolerancia.
El islam en la TurquÃa actual da cuenta de la variedad histórica del islam turco, mayor que la de otras regiones de esta confesión, de las formas de socialización que ha creado, desde las cofradÃas sufÃes, mucho más amplias y prósperas que en cualquier otro lugar, hasta las asociaciones como los nurcus o los fethullahcï, asà como de los debates y reflexiones que han acompañado a los sucesivos impactos de una modernidad a veces impuesta. Pero sobre todo, es testimonio de su fascinante capacidad de adaptación, que ha posibilitado su amplia presencia social y polÃtica.