En un paÃs bonito, soleado, con una montaña, una casa, un árbol y una flor vivÃa un gato que jamás sonreÃa. Un dÃa apareció un monstruo que quiso comérselo. En su intento se zampó flor, árbol, casa, montaña, sol y, por fin, al gatito. Contento, el monstruo empezó a reir y reir hasta expulsar al gato con paÃs y todo. Es curioso, ahora el gato tiene otra expresión en la cara.