Correspondencias narra con sutil acento bernhardiano el derrumbamiento progresivo de dos conciencias. Los dos polos de la correspondencia que se reinicia de improviso y tras mucho tiempo de silencio entre dos amigos (y entre terceros conocidos), se establecen entre un mundo cerrado y metodológico (ciencia) y otro sometido a las presiones sociales, polÃticas o económicas (la vida misma); desde un aislamiento elegido con una finalidad prefijada (relaciones virus-proteÃnas), hasta un destino más convencional que incluye mujer e hijos y la lucha por la existencia en condiciones precarias. El igualmente progresivo deterioro gramatical y sintáctico de los personajes, ejercitado con habilÃsima intención, pretende dar cuenta de ese derrumbe que (nos) advierte poco a poco de la ausencia de tierra firme. Hacerse cargo de esta incertidumbre es lo que ellos no podrán evitar.
Hugo Abbati nos propone aquà un interesantÃsimo juego estructural, a través del cual vemos cómo la vida (la de estos personajes, al menos), vista muy de cerca, pierde su forma y se diluye en esa incertidumbre radical. Ensaya, en fin, con verdadera eficacia tanto artÃstica como emocional, una suerte de parábola sobre la incidencia del progreso tecnológico y cientÃfico en nuestro discurrir cotidiano. Todo comienza con la anécdota del gatoÃ