El último tercio del siglo XIX y los primeros años del XX constituyen uno de los perÃodos más ricos e interesantes de la tradición del teatro corto en la historia del teatro español. El sainete y sus géneros fronterizos encuentran un extraordinario impulso amparado en el desarrollo industrial de la factura escénica, dentro de lo que se ha dado en llamar el Género Chico, una fórmula literaria y teatral, con acompañamiento de música y baile, que se podrÃa considerar como la descendencia autóctona del fenómeno operÃstico decimonónico, que gozó de mayor éxito y popularidad en contraste con otros tipos de teatro musical más elitistas y grandilocuentes, como la zarzuela grande o la ópera. El Género Chico se puede considerar como un peldaño más de esa larga tradición áurea reactivada en el nuevo marco de la producción teatral de la época. El humor satÃrico y el retrato social, en escenarios urbanos llenos de color popular, están en la lÃnea de la mejor tradición costumbrista del XIX, pero también de acuerdo con el desfile de personajes de la tradición barroca del teatro corto. Esta AntologÃa consta de siete piezas que son muestra de la popularidad y representatividad de las distintas formas del género y de su calidad literaria y teatral: El baile de Luis Alonso, Gigantes y cabezudos, La Revoltosa, Cuadros al fresco, La Gran VÃa, Agua, azucarillos y aguardiente y La verbena de la Paloma.